Google ha decidido matar (un poco) a Chromium, la versión libre de la que proviene Google Chrome. A partir del 15 de mayo, limitará el acceso a las APIs de inicio de sesión en Chrome por parte de terceros, donde se incluye a Chromium. No será posible sincronizar los datos ni usar ninguna característica que requiera tener iniciada sesión. No obstante, los datos que estén guardados localmente no se perderán.

Según Google, descubrieron que navegadores de terceros (como las compilaciones que realizan las distribuciones para ofrecer Chromium) podían acceder a las APIs que únicamente estaban diseñadas para uso privado. Como consecuencia, van a limitar el acceso a todas aquellas versiones que no provengan de la propia Google.

Que Google haga este cambio de imprevisto, cuando desde hace una década se ha podido iniciar sesión en Chromium, pone en duda que en Google se hayan percatado ahora de ello. Según explica un miembro del equipo de Chrome, inicialmente no se debería haber concedido esa excepción a las distribuciones GNU/Linux, por lo que en una revisión han decidido eliminarla.

Está todavía en el aire el futuro de Chromium en los repositorios de software de las distribuciones GNU/Linux. Fedora, por ejemplo, ha desactivado ya la función de inicio de sesión y continuará manteniendo el paquete. Otras han propuesto eliminarlo, ya que la pérdida de funcionalidad es considerablemente importante.